El otro dia fui a
una «pajareria» a comprar granulado para una «cotorra» que
tenemos en casa. -A decir verdad, es la cotorra de mi hermano, Berta
la llamamos-
Me encontré con una
conocida a la que también le gustan los pájaros. Interrumpió brevemente al
verme entrar, la conversación que mantenia con el
treintañero dependiente, para saludarnos con un gesto con la mano y
una sonrisa.
Estaba el joven muy
afanado explicando las propiedades de unos y otros alimentos y de
unas y otras jaulas (motivo de agradecimiento a priori) y mientras
hablaba, hablaba y se extendia cada vez más con un sentido comercial
que no de erudito vocacional, observé como la conocida, poco a poco
se perdía entre las marcas de piensos y un proceso de selección
entre la información válida y la desechable que nuestro cerebro
ejecuta en el dia, un montón de veces.
Era una mujer como
puede ser cualquier otra. Entrada en edad y cierta redondez en su
silueta. De aspecto cálido y vivo. Podía tener muchos hijos e hijas
como podia no tener ninguno. Podia estar casada, divorciada,
acompañada, viuda o soltera. Como muchas de nosotras. Vestía de
forma personal, con detalles y la vez, sin estridencias. Su gesto era
afable y paciente, muy paciente..
No sé lo que le
habría preguntado al vendedor, la conocida, pero era harto evidente,
que hacía rato que le habia aclarado la possible duda. La
insisténcia del dependiente comenzó a ser más un alarde de
«sobrado» que de servicio en atención y que redondeó en
pedanteria al comentar, que si no le habia quedado claro lo que le
habia dicho, que lo mirara en Internet; .-porque, usted sabe lo que
és internet señora?-.
La señora le
contestó con un resignado sí, y dirigíendose hacia la puerta,
volvimos a intercambiar sonrisas a modo de despedida, pero esta vez,
complices en paciencia. Yo ya habia decidido no preguntar nada. Le
señalaria con la mano el recipiente del granulado y le soltaría un
«200 grs por favor!" y punto. Más que nada porque cansa empatizar ante los incapaces.
La cívica señora
conocida era investigadora en una universidad y professora.
Tal cual podríamos
ser muchas mujeres. Las que se lo propusieran. Sin más.